Mariano Suárez del Villar en su estudio «El Güije» en la Habana (1996)

Mariano Suárez del Villar y Álvarez (su nombre artístico: Mariano Suárez del Villar) nació el 20 de Junio de 1929, en la ciudad de la Habana, Cuba. Estudió pintura en la Escuela de Bellas Artes de San Alejandro, donde tuvo de profesores a Leopordo Romañach y a Menocal, dos de los pintores academicistas más importantes de su época. Una importante trascendencia en esta etapa de aprendizaje fue la de Carmelo González, su influencia se aprecia en el dominio del dibujo y el color, acompañado de una gran imaginación.


Mariano fue un artista que dedicó su vida a dos vertientes bien diferenciadas: la música y la pintura. Por sus conocimientos sobre música sinfónica comenzó a trabajar como musicalizador en Radio Progreso en 1952, la más antigua y popular emisora de Cuba. Esto le hizo profundizar en sus estudios y establecer fuertes lazos de amistad con artistas de la categoría de César Portillo de la Luz o José Antonio Méndez, fundadores del movimiento «Feeling» (del cual surgieron canciones tan trascendentes como «Delirio» o «Contigo en la Distancia»).
Participó en la lucha contra el dictador Fulgencio Batista en un grupo formado por importantes intelectuales como Carlos Martí (padre), Luis Marré y Julio García Espinosa (creador de la Escuela Internacional de Cine en Cuba). Debido a su apoyo a la lucha clandestina en la ciudad, es encarcelado y liberado gracias a la influencia de Georgina Almanza, una importante actriz y locutora cubana.


En 1959 realiza una muestra junto a Adigio Benítez (Premio nacional de Pintura en Cuba 2003) en el Castillo San Carlos de la Cabaña y en el Capitolio Nacional. En 1960 figuró como fundador de la Escuela de Instructores de Arte del Comodoro donde impartió clases de dibujo y pintura.

La década de los 60 hubo de dedicarla al trabajo con la música, ya que como fundador de la emisora «Radio Habana Cuba» llevó a cabo una investigación y recopilación de la más auténtica música de la Isla, salvando de esta forma gran parte de la historia musical cubana. Grabó a los intérpretes más genuinos como Benny Moré, (trabajando junto a él hasta la muerte de este inolvidable músico) por quien sentía un gran afecto fraterno; Omara Portuondo, solista del grupo Buenavista Social Club, y Elena Burque, (fundadora del «Feeling»). Estuvo también vinculado al movimiento de la Nueva Trova, manteniendo una gran amistad con Leo Brouwer, (reconocido guitarrista y compositor cubano), así como con Pablo Milanés, conocido cantautor.
Es de gran significación que en 1987 junto a Eduardo Elio Hernández (el “Chino”) crea los nuevos Zafiros, el popular grupo vocal, con cuatro nuevas voces.

En 1968 se reincorpora a la pintura y se propone recuperar ese tiempo de alejamiento. Participa junto a otros artistas jóvenes en el Salón de mayo de 1968 en La Habana, donde conoce al artista Wifredo Lam y al chileno Roberto Matta. Participa en el salón 70, espacio de gran trascendencia en la historia de las artes plásticas contemporáneas, por la pujanza e inquietudes que tuvieron y expresaron los artistas participantes. Aunque sólo tenemos en nuestros archivos los datos de la muestra itinerante realizada en 1973, podemos afirmar que a través de la UNEAC y del Consejo Nacional de las Artes Plásticas, realizó otras muestras colectivas dirigidas a Europa, Asia y países de América Latina como México, Venezuela y Argentina.
En 1973 se integra en la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, en dos de sus secciones: Radio, Cine y Televisión y en Artes Plásticas, debido a su carácter polifacético y su talento como creador.


En 1974 funda junto a Pablo Toscano y Miquel de Jesús Ocejo, el Grupo » Origen «, que contó con el apoyo de notables intelectuales como Nicolás Guillén, Argeliers León y María Teresa Linares, entre otros. El objetivo del Grupo fue la búsqueda de un lenguaje novedoso -de forma y de fondo- que mostrara, a través de la pintura, la simbiosis étnica que diera vida a nuestra identidad cultural, rechazando cánones unilaterales y folklóricos impuestos. Realizaron 12 muestras como grupo y éstas provocaron fuertes polémicas de carácter ético y estético. En 1980 decidieron separarse por cuestiones personales.


A partir del año 80 la obra artística de Mariano Suárez del Villar se realiza en solitario, con un único interés: la pintura, por lo que los años siguientes fueron de un intenso trabajo, que dio lugar a la creación de numerosas piezas. Dos de sus obras ilustran la portada y contraportada de uno de los números de la revista «Signos» realizada por Samuel Feijóo. Participa en varias ocasiones como pintor invitado en el Concurso Juan Miró en Barcelona. Realiza una exposición personal en la Galería Namia Modorfi, en Venezuela. De esta misma etapa destaca la muestra de1994 en el Hotel Habana Guitart (antes Habana Libre). A principios de 1996 tiene lugar en el Salón Dorado del Hotel Nacional de Cuba una muestra bajo el título «Tres Maestros Cubanos» que recibe halagos de la crítica y del público, donde su obra alcanza una alta cotización.
A escasos 15 días del fin de esta muestra, muere en el Hospital de Oncología de la Ciudad de la Habana el 11 de Febrero de 1996.


PREMIOS Y DISTINCIONES
Premio Caracol UNEAC en 1976, 1977 y 1978.
Jurado del Premio Caracol en los años 1980 y 1981.
Medalla por la Cultura Nacional «Raúl Gómez García», por el conjunto de su obra como merecido reconocimiento a su vida como creador en la música y las artes plásticas.


COLECCIONES PERMANENTES
Consulado Cubano en Washington (tres óleos/ cartulina)
Museo del Libertador Simón Bolívar en Venezuela (óleo/ tela)
Museo José Lezama Lima, La Habana (óleo / tela)
Su obra ha sido adquirida por coleccionistas privados de Cuba, Argentina, Brasil, Venezuela, México, EEUU, España, Francia, Alemania, Austria Japón y Holanda.